Etapa 5: Chilecito – San Miguel de Tucuman

Enlace: 154 km

Especial: 211 km

Neutralización: 111 km

Especial: 205 km

Enlace: 231 km

Total: 912 km

La quinta especial, la más larga del Dakar 2014, fue dividida en dos partes. Por razones de seguridad, la organización anuló la segunda parte para las motos debido a que los pilotos caían al piso como moscas por el calor y pararon en el CP1, el inicio de la segunda etapa para los autos.

Este Dakar ha sido particularmente difícil por sus caminos y las condiciones climáticas extremas. En la pista, el termómetro marcaba 47 grados y solo estaba un poco más fresco en el campamento de Tucumán, con su pesada humedad. Este es el norte de Argentina. Los dos Polaris Xtremeplus que lograron sobrevivir a la mortal etapa anterior se encuentran en Tucumán.

Willy Alcaráz n°350: “Nuevamente fue una etapa difícil, cuenta Willy quien llegó al campamento después de las 11:30 pm. No me esperaba la dificultad de las dunas de la primera parte de la especial y entré con los neumáticos con mucha presión. Me planté en la arena en el km 30 tratando de esquivar otros competidores en el camino y me demoré más de 30 minutos en salir. Después, se me salió la yanta, siempre, tratando de esquivar a los autos parados en hoyos llenos de fesh-fesh. En el km 162, estoy seguro que marqué un waypoint porque otros competidores que iban conmigo lo marcaron pero en mi GPS no se validó. Esta especial fue realmente difícil, con arena blanda, fesh-fesh, hierba de camello y un calor tan insoportable que si abría la visera del casco era aún más caliente. Castera nos dio de todo: fesh-fesh, hierba de camello y piedras. El final fue fabuloso en un paisaje espectacular y con gente local muy amable. Me regalaron un sándwich de carne, un regalo genial.”

Nicolas Duclos/Sebastien Delaunay n° 364: “Qué día, la especial era como la guerra de Vietnam. Todo iba bien y de repente se transformó en “Apocalipsis Now”. Los helicópteros volaban por todos lados, los pilotos de moto en el suelo que no podían respirar, los médicos que corrían de un lado a otro…. Sentí pena por ellos.

EN las dunas, me quedé atrapado tres veces, una de ellas por culpa del mismo competidor que nos molesta cada vez, ese mismo que nos chocó por detrás. Nos llevaba pegados detrás hasta que se enterró en la arena, justo delante de nosotros. Cuando salió, ni siquiera fue capaz de ayudarnos.

Mientras Seb trataba de sacar la arena, yo miraba la temperatura, habían 63° al sol. Seb casi no podía caminar por el calor, quemaba de verdad. Después seguimos tranquilos hasta que una espina nos reventó un neumático  lentamente y luego otra de verdad. Nosotros marcamos ese waypoint que les costó a todos gracias a Seb, que es un navegante increíble. Fue verdaderamente extremo, y hicimos todo para poder llegar al bivouac.”