Dakar 2015

Sábado 17 de enero

Etapa 13: Llegada a Buenos Aires

Enlace: 77 km – Especial: 174 km – Enlace: 142 km – Total: 393 km

 

 

 

Este año, el Dakar estuvo marcado por elementos naturales que se fueron desencadenando a medida que los días avanzaban, haciéndo el loop “Buenos Aires – Buenos Aires” cada vez más exigente.

 

Willy Alcaraz, al igual que los pilotos de moto, sin parabrisas que lo protegiera, debió afrontar el calor, el frio, la lluvia, granizos, sal y las temperaturas bajo cero, la altitud, todo para coronar la carrera con una última especial en medio de una tormenta y un mar de barro.

 

En el campamento del Dakar, Willy es admirado por los más grandes. En solitario, al volante de su Polaris RZR 1000XT+30 logró su cuarta victoria en T3 y la tercera en la categoría Solo gracias a su experiencia, su talento, su fuerza mental y su tenacidad.

A la llegada de la especial, anulada después del CP1, Willy llega cubierto de barro, con lágrimas de alegría y un habiéndose secado un poco durante el enlace.

 

“Estoy cansado, exclama. Hasta el final, este Dakar fue difícil, pero estoy contento de alcanzar esta cuarta victoria en T3 y tercera en Solo. La edición 2015 fue muy difícil y no muy linda, las especiales estaban muy  rompedoras, sin mucho pilotaje, por lo tanto no muy interesantes ni entretenidas a recorrer.

Tuve  problemas, como todo el mundo, pero menos que otros ya que pude completar las etapas todos los días y estoy en la meta, 46 de los 67 salvados (éramos 140 en la partida). Al final, a pesar del mal tiempo, pude manejar mi avance para llegar a la meta. Sufrí mucho con el frio en Bolivia, temblaba y me sonaban los dientes… Ese es mi recuerdo más malo, pero el mejor es estar aquí en Buenos Aires con todo el equipo de Xtremeplus, que son formidables.

El Polaris RZR 1000XT+30 es una máquina bien hecha que ha sido magnificada por una preparación del taller más profesional Pont de Vaux. Gracias a Nico, Manu, Thierry, Francis, Sylvain, Alexis, que han hecho un trabajo extraordinario cada noche para arreglar el RZR y dejarlo como nuevo, en un ambiente de amistad y buen humor que me toca enormemente, cada tarde cuando llego al campamento. Gracias también a Marco Piana, Norberto Cangani y Steven Griener en el camión T4 (camión de carrera) que nos da seguridad en la pista, ya que si hay un problema, sabemos que no están lejos.”